Aferrarse

Hoy escribo triste. En esta ocasión el titulo tiene todo que ver con lo que relato. Estas últimas semanas he estado sufriendo el mal de amores. Aunque mis relaciones son bastante largas, sufro de esto constantemente y es que me parece que estoy enamorada del amor. Pero el amor no me corresponde. Sólo lo hizo una vez y lo eché a perder.

Les cuento: he tenido varios novios en mi vida, pero hubo uno en particular que estoy convencida que es el amor de mi vida. Lo dejé porque según yo éramos muy diferentes y no queríamos las mismas cosas en la vida. Después de eso entré en una depresión terrible de casi 5 meses. De hecho escribí acerca de aquel momento. Yo pensaba que hacía lo correcto, parecía lo correcto en ese entonces.

Estuve sola por algún tiempo y me hice de otro novio. Pero la verdad es que todos los días pensaba en ese muchacho y en cómo me cambió la vida. Cada día caía más en cuenta de que todo lo que hacía y lo que me gustaba lo quería compartir con él y no con la nueva persona que estaba en mi vida.

Para no hacer la historia muy larga, no funcionó con la nueva persona y corrí a buscar a mi antiguo novio. Yo hubiera querido que me recibiera con los brazos abiertos y me dijera que bueno que volviste te estuve esperando. Si claro, en un mundo paralelo. Obviamente no fue así, el siguió con su vida y ahora tiene a otra persona. Me dijo claramente eres el amor de mi vida pero no te podía esperar por siempre. Espérame tu a mí. Yo acepté. Pero es tan difícil. El sólo hecho de pensar que está con otra persona me enferma. Si él quisiera creo que ya hubiera regresado. Lo que me hace pensar en ¿por qué rayos me aferro a él?

¿Por qué nos aferramos a las personas? ¿Qué es lo que nos hace aceptar todo ese dolor con la promesa de que habrá algo mejor? ¿Por qué seguimos dando vueltas en círculos?

Sé que soy la única culpable. Que yo soy la que me aferro y la que sufro. Quisiera dejar de sentir, de sentir tanto dolor que no me deja respirar.

No sé si Dios o el universo o la vida me siguen mandando señales, en forma de personas nuevas que llegan a mi vida y decido ignorarlas por estar aferrada a una idea que muy en el fondo se que no sucederá. No me queda más que dejar ir e irme yo también.

No quiero que seas mío, quiero que seas libre y elijas estar conmigo.