Control

Como sabrán, he vuelto a la equitación y al maravilloso mundo ecuestre. Además de ser algo que disfruto bastante me enseña lecciones valiosas, sin duda, cada vez que monto aprendo algo nuevo.

La lección de la semana pasada fue: control. Como había mencionado antes, la primera vez que monté de nuevo en muchos años no podía controlar al caballo. Esta vez fue un poco más sencillo o eso quiero creer. El problema anterior fue que el caballo se negaba a avanzar, como yo con mi vida. 

Pues bien, avancé con mi vida, y se reflejó en el caballo, pero creo que estaba bastante emocionada y contenta y el caballo también, así que decidió ponerse a trotar y a bailar. Si están familiarizados con esta actividad o alguna vez han montado sabrán que estar encima de un animal de media tonelada no es nada fácil y menos si pierdes el control. Mi entrenador dijo que me tranquilizara y tomara el control. Y así fue, en cuanto me controlé, el caballo se controló también, y mi entrenador mencionó unas palabras que jamás olvidaré: "el control es una ilusión, sólo puedes tener control sobre ti mismo, sobre nada ni nadie más".

Palabras más ciertas y de nuevo lo vi reflejado en el caballo. No era que yo lo controlara, el punto era que yo me controlara para que le pudiera transmitir esa sensación. Y efectivamente, aunque el caballo se sintiera feliz y contento y con ganas de trotar y salir corriendo por el campo, yo tenia que dominar esa situación, transmitirle calma y control.

Así es en la vida, desgraciadamente no tenemos control sobre nada más que sobre nosotros mismos. ¿Cuantas veces planeamos y planeamos y nada sale como queremos? ¿Cuantas veces calculamos hasta el más mínimo detalle de determinada situación y a la mera hora nada funcionó? ¿Cuantas veces lo que no planeamos se convierte en los mejores momentos de nuestra vida?

El punto está en controlarnos nosotros, mantener la calma y pensar la manera en que queremos manejar determinada situación. Las personas que tienen esto dominado toman las decisiones más acertadas en sus vidas y no entran en pánico cuando algo "se sale de control" sólo hay que respirar, analizar y actuar. 

Es irónico que una de las pocas cosas sobre las que tenemos control es sobre nuestras propias actitudes, y aún así la mayoría de nosotros vive la vida entera comportándose como si no tuviera ningún control. -Jim Rohn