Entre nostalgia y pragmatismo

Hace unos días leí un artículo acerca de cosas que le ocurren a las personas que se mudan a otro país, pero curiosamente me identifiqué con casi todas aunque no me haya mudado de país.

Verán, toda mi vida viví en la misma casa, asistí a la misma escuela con las mismas personas. Tengo amigos que conozco desde hace casi 20 años y eso es bastante que decir. Aunque los dejara de ver, sabía que estaban ahí, sabía donde vivían y que en cualquier momento todo volvería a ser como antes. Ahora que vivo muy lejos de donde me crié, me doy cuenta de que las personas y situaciones son pasajeras y hay una gran posibilidad de que jamás las vuelvas a ver. 

Estos últimos meses he conocido personas increíbles con las cuales he compartido momentos inolvidables y por alguna razón se han esfumado. Aún no entiendo por qué o cómo es que no las volveré a ver, pero ya no están y es difícil visualizar mi vida sin ellas. Siempre que conocía a alguien de alguna u otra forma las veía en mi vida presente y futura y no tenerlas de un momento a otro es algo a lo que aún no me acostumbro.

Son momentos como estos en los que valoro mucho más a los amigos de toda la vida, a los que crecieron conmigo y que de alguna u otra forma siempre están ahí y afortunadamente viven en esta ciudad y puedo contar con ellos siempre. 

Quisiera que todas las personas que conozco se pudieran quedar en mi vida, de todas se aprende algo y todas han contribuido a formar a la persona que soy actualmente. Dicen que en tu vida sólo están las personas que deben estar pero es algo doloroso aprender a decir adiós tantas veces que pierdes la cuenta... y la fe. Ya no sé si puedo contar con alguien y me da un poco de miedo confiar en las personas porque presiento que no estarán conmigo en un futuro cercano. 

Es por eso que ahora vivo en una especie de "limbo" viendo entrar y salir a las personas de mi vida y sientiéndome más sola que nunca... entre la nostalgia y el pragmatismo.