Parando tráfico
El sábado pasado fui a una presentación de la escuela de
baile de una amiga. Fue en un teatro que está sobre una avenida bastante
grande, seguro se preguntarán que tiene que ver eso, pero es justamente la
historia que nos lleva al título de esta entrada.
En fin, la presentación estuvo muy bien, pero de eso hablaré
en otra ocasión. El punto es que al salir del teatro había que cruzar la gran
avenida hasta el otro lado y lo peor del caso es que había caído una tormenta
colosal y había charcos chocolatosos por todos lados, sin mencionar el camellón
que en vez de pasto más bien parecían arenas movedizas con tanto lodo.
Mi amiga y yo caminábamos a toda prisa saltando charcos,
aunque más bien parecía que jugábamos bebeleche (típico juego de saltar en
cuadritos numerados, también conocido como avión) cuando unos trabajadores de
la construcción voltean y nos dicen: “¿van a cruzar?”. Por un segundo pasó por
mi mente un pensamiento de salir corriendo ya que la reputación que tienen
estas finísimas personas no es muy buena, pero ese pensamiento se disipó
rápidamente ya que los jóvenes muy amables nos dicen, caminen hasta acá y
ahorita paramos el tráfico para que pasen. What???, si lo sé, fueron tan
amables, agarraron una de esas banderitas de colores fosforescentes y pararon
el tráfico (literal) para que pasáramos. Cruzamos la calle y ellos muy
caballerosos nos dijeron con cuidado y que les vaya bien.
Tengo que admitir que me sorprendió bastante, tanto que tuve
que escribir acerca de ellos y es que, me parece que nunca había visto a
alguien de ese oficio comportarse de esa manera. Sinceramente me hicieron la noche y es que no
hay nada más bonito que alguien se pare en medio de la calle y pare el tráfico
para que pases (claro hubiera sido mejor que por el simple hecho de ser yo, el
tráfico se hubiera parado!).
Ojalá hubiera mas personas caballerosas por ahí y es que si
hay algo que odio de la “igualdad de géneros” es que los hombres se hacen cada
vez más patanes y creo que el hecho de que “seamos iguales” no tiene nada que
ver con la caballerosidad (por cierto, no somos iguales, pero eso amerita un
escrito de algunos cientos de tomos que algún día tendré la paciencia de
escribir ja!)
Un caballero es quien hace, no lo que quiere, sino lo que
debe hacer - Haruki Murakami
Comentarios
Publicar un comentario